martes, 19 de febrero de 2013

Malmö 2013: Contar una historia.


Mayo de 2013 tiene un significado especial para el autor de este blog. Se cumplen diez años de la primera vez que seguí, en vivo, este singular fenómeno musical y televisivo que llamamos Eurovisión.  

En el año de 2003, un sábado – y por azares del destino- sintonicé Televisión Española para seguir en directo el festival, aquel año, desde Riga, Letonia. Desde entonces sigo religiosamente todas las noticias relacionadas con el festival, y en 2011, por primera ocasión, tuve la oportunidad de estar en Düsseldorf, viviéndolo en vivo. En 2012, me propuse ir a Bakú y lo logré (y no fue fácil en ningún sentido). Y todo indica que nos veremos en Malmö por tercera ocasión.

Pero más allá de mi experiencia personal con el festival, aquí les dejo una reflexión sobre lo que deberíamos esperar de Malmö 2013. La proposición es sencilla. Espero les agrade.

Malmö 2013: contar una historia.


2012 significó una sacudida para el festival: “Euphoria”, la canción de Loreen, no solamente arrasó con los puntos en la gran final, sino que se convirtió en un éxito mundial, que he podido escuchar inclusive aquí, en México, al otro lado del mundo.

Esto ha logrado alzar la vara de medición, y elevar los estándares con los que a partir de este año evaluaremos a las canciones candidatas en el festival. La razón es sencilla, y los productores suecos de este festival parecen entenderlo tan bien como lo entendió Loreen hace más de un año: it’s all about storytelling. Se trata de contar una historia.

Este año, las canciones que aspiren a ganar, idealmente, no deberán únicamente cumplir únicamente con los parámetros típicos eurovisivos sobre lo que define “una buena canción” (¿alguna vez nos pusimos de acuerdo en eso?). No, por el contrario, las propuestas que realmente tengan el objetivo de llevarse el premio mayor, deberán contar una historia, y ésta deberá ser una buena historia, y una historia bien contada (que no es lo mismo). Se trata, pues, de tener una canción que diga algo, y que lo haga de la mejor manera. Lo que el triunfo de Suecia el año pasado estableció –esperemos-, es que para ganar se necesita una propuesta orgánica, integral, donde el intérprete, la canción y la historia embonen perfectamente en una puesta en escena que transmita un concepto claro.

Y ello no es fácil de lograr. En años recientes, varias propuestas dieron pasos en esta dirección más orgánica. Recuerdo, por ejemplo, Is it true? de Yohanna en 2009, y desde luego, Fairytale , de Alexander Rybak ese mismo año, canciones extraordinarias con un lugar irremplazable en la historia del festival de Eurovisión. Inclusive, con su sencillez y actitud, Lena presentó una propuesta completa e integral en Oslo, en 2010. También hubo intentos "fallidos" (en tanto que no fueron bien recibidos por la audiencia), como Rockefeller Street en 2011. Pero todos ellos fueron pequeños avances. En realidad, lo que Loreen logró fue consolidar esta transición hacia un nuevo festival de Eurovisión donde lo que se busca es contar muchas historias a través de la música.

Yo mismo, antes del festival de 2012, pensé que Serbia se alzaría con el triunfo. No es que dudara de la genialidad de la canción de Loreen, sino que más bien creí que el público y, sobre todo, los jurados, no votarían por una canción tan poco común en el festival. “Euphoria” no se salió de los parámetros establecidos, sino que los rompió e impuso unos nuevos. Lo hizo, además, en un contexto muy competitivo, porque el festival de 2012 tuvo un gran nivel, y es por eso que, creo, veremos ahora un festival diferente, que evoluciona en un nuevo rumbo.

La transición hacia propuestas más orgánicas que cuentan historias no es una idea mía. La producción sueca ha orientado todos sus esfuerzos para lograr que el festival de este año funcione bajo este entendido: los artistas serán el centro del festival, y la música narrará una historia, se buscará enfatizar el concepto detrás de cada candidatura. Decisiones como que el orden de actuación sea determinado internamente por la producción para favorecer la fluidez y estructura del festival, reflejan este nuevo camino que el festival está tomando. También el anuncio, apenas hoy, de que las postales previas a cada actuación tendrán como protagonista al representante de cada país (y no el objetivo de atraer visitantes a Suecia), y serán filmadas en el país de cada intérprete, da testimonio de que este año se busca la integralidad del festival.

Este año, algunas propuestas –no quiero adelantar muchas de mis opiniones- dan muestra clara de entender la evolución que el festival está viviendo. Ya no se tratará de la batalla de “ritmos orientales” contra “baladas festivaleras”, ni de Europa del Este “robándole” el festival a los países de antaño. Se tratará, espero, de evolucionar hacia un festival que cuenta historias que conectan con las audiencias, lo mismo en Tel Aviv que en Londres o en la renuente Roma (donde el festival no es nada popular).

Esas propuestas con potencial de convertirse en grandes historias –ahí están Noruega y Dinamarca, como muestra- son a las que más habrá que prestar atención este año. Cada paso, de aquí al 18 de mayo, es crucial. Muchas canciones tienen potencial para entender esta lógica y sacar provecho de ella. Mi teoría es que quienes lo hagan, encontrarán su lugar dentro del festival –que finalmente, es un producto esencialmente para la televisión-, cobijados por una producción sueca que quiere mover a Eurovisión en una nueva dirección. Quienes no lo hagan, creo yo, se verán fuera de lugar.

¿Qué esperar entonces de Mälmo 2013? Creo que, si todo sale bien, será la primer edición bajo este nuevo parámetro al que Loreen y la televisión sueca quieren llevar al festival. Lo que habrá que esperar, entonces, es que este festival sea una muy buena historia, y que ésta sea muy bien contada.
Pancho.

Mälmo está a la vuelta de la esquina...

En tres meses, TRES meses, ya conoceremos al ganador del festival de Eurovisión 2013.

Por ello, ahora sí -después de tantas promesas- les comentaré qué rumbo tomará este blog para esta temporada eurovisiva del año 2013.

Las preselecciones nacionales están ya en curso y concluyen dentro de un mes. Como habrán notado, me ha resultado imposible darles seguimiento por medio de este blog, muy apenas las he podido ver en mis ratos libres. Y es que este es un blog que se centra propiamente en el festival de eurovisión, y a eso es a lo que me dedicaré a partir de ahora, rumbo a la final de Mälmo.

El 18 de marzo -dentro de un mes-, el Reino Unido anunciará a su representante y canción para este festival, lo que dará por concluido oficialmente el período de preselecciones.

A partir del martes 19 de marzo, comenzaré con mis reseñas (reviews) de las 39 candidaturas al festival, publicando una cada día. Es decir, las reseñas concluirán el 26 de abril de 2013.

A partir del sábado 27 de abril, comenzaré con mis predicciones para las semifinales, y al mismo tiempo, con comentarios a los ensayos que darán inicio a principios de mayo.

Desde luego, ya en los días de eurovisión, publicaré mi predicción final y mis comentarios y fotos desde Mälmo.

El camino hasta la final es largo todavía, pero cada día, las noticias caen como gotas, así que estén al pendiente, ya que trataré de publicar lo más posible.

Mientas que llega el 19 de marzo (día en que comienza la cobertura diaria), iré publicando algunos comentarios que ya tengo más o menos meditados sobre lo que espero para el festival de este año. De aquí a esa fecha, espero publicar 3 o 4 entradas por semana, con algunas de estas noticias y análisis, que espero les resulten interesantes. Comenzaré hoy mismo, en un rato, con mi reflexión sobre lo que espero de este festival de Eurovisión.

¡Saludos a todos! (si es que hay alguien ahí).

Pancho.