En 2006, llegó como favorita, pero tuvo que conformarse con un quinto lugar, detrás de su vecinos finlandeses, pero también de un bloque de países balcánicos (Bosnia Herzegovina, Rumanía) y del este (Rusia), que se abrían paso en un cambiante festival de Eurovisión.
Pese a esto, la canción de Carola es una pieza de museo, que refleja lo que un día fue Eurovisión, y lo que poco a poco, ha dejado de ser. Como todo, el festival tiene que evolucionar.
El lugar 21 del top es para la energía electrizante y la poca sutileza de la brillante Carola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario