domingo, 10 de noviembre de 2013

7. Wild dances, Ukraine, 2004.

El segundo festival que seguí por la televisión fue el de 2004. Y mi sorpresa fue grande al ver ganar a Ucrania (que, como yo, también "debutó" en 2003) con una canción salvaje, como su nombre describe.

Pero esa explosión de energía, bastante agresiva y fuerte, me cautivó poco a poco. Quizá "Wild dances" es una de las ganadoras menos queridas de los últimos años -muchos la consideraron "rara" y "fuera de lugar" en Eurovisión-, pero el público votó por Ruslana, y la verdad es que yo hubiera votado por ella también.

La construcción musical de esta canción es muy buena, fuera de los esquemas típicos eurovisivos, y resume de manera muy precisa lo que Ucrania ha traido al festival. La sexualidad de "Be my Valentine" en 2009, la energía de "Dancing Lasha Tumbai" en 2007, la sensualidad de "Shady Lady" en 2008, la belleza de Slata Ognevich y su "Gravity" en 2013, la voz potente en "Sweet people" en 2010, los sonidos diferentes de "Angels" en 2011, todo ello se percibe ya desde Wild dances, en 2004. Sí, Ucrania ha presentado siempre una apuesta definida, diferente y que no pasa desapercibida, año tras año a Eurovisión.

Pues bien, todo empezó con Ruslana, y su canción sigue siendo el parámetro bajo el cual yo evalúo a Ucrania. Wild dances, número 7 de mi top 25.

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