martes, 9 de abril de 2013

Review. It's my life, Romania.

¡Ah! aquellos buenos tiempos cuando Verka Serduchka daba clases de cómo hacer un show desconcertante bien hecho, con una gran canción, y obtener un muy merecido segundo puesto:


O Dana International, que nació de sexo masculino, pero ganó el festival de Eurovisión de vestido lago, con una canción ahora histórica en Eurovisión, y por justas razones:



Ambas canciones extraordinarias, interpretaciones geniales, y el buen tino de hacer cosas dignas. Ahora, Rumanía lleva el festival a nuevos niveles bajos, que también serán históricos (pero por otras razones) con su pegadiza pero vergonzosa canción llamada It's my life.

Y es que, en primer lugar, las cosas no se hacen a medias. Si vas a cantar intentando emular la voz de una soprano femenina, pues no sales al escenario así:


Es simplemente demasiado extraño para poder ser un concepto claro que venderle a la audiencia. Lo que se ve no corresponde con lo que se escucha. Y toda la experiencia no me resulta en lo más mínimo agradable.

Cuando Cezar entra en trance para alcanzar esas notas que suenan terriblemente forzadas... simplemente quiero que acabe la canción:


Esta canción no es mala en sí misma. La letra, genérica, y los sonidos, electrónicos, podrían haber hecho una pieza perfectamente manejable, si la interpretara alguien como Malena Ehrman, que presentó una gran canción en 2009, La Voix:



O si por lo menos, Cezar no forzara su voz de una forma tan desconcertante.

Los productores suecos no han errado en una cosa: esta canción cerrará la segunda semifinal precisamente porque es el show freak de este año. Llamará la atención, sin duda. Pero que la gente llame para apoyar esto, eso sí lo dudo.

It's my life, Romania. 3.0/10
Música y Letra: Cristian Faur


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