domingo, 28 de abril de 2013

Review. Samo shampioni, Bulgaria.

¿Cómo reaccionar a esto?


En su versión light y baja en azúcares, Elitsa y Stoyan regresan a Eurovisión sin la stamina y la audacia que los caracterizó en 2007, cuando llevaron Voda al festival. Si bien Samo Shampioni no es desagradable, a la sombra de lo hecho por el dúo en 2007, y con la competencia que enfrentan este 2013, es muy probable (casi seguro) que Elitsa y Stoyan no repetirán su logro aquel año en Helsinki.

Porque Samo Shampioni, si bien tiene esos momentos -que yo llamaría interesantes- en los que uno no sabe si está escuchando una canción o un exorcismo, carece de la energía salvaje que en Voda desbordaba musical y escénicamente:


Falta todavía ver de qué forma y con qué puesta en escena el dúo presentará Samo shampioni, aunque el hecho de que se trata de una canción mucho más amigable - y por lo tanto, menos arriesgada- no me genera muchas expectativas.

La gaita es el único sonido que me resulta interesante en la propuesta búlgara de este año. Por lo demás, creo que Bulgaria no tiene mucho más que ofrecernos este 2013. Samo shampioni es muy repetitiva, muy repetitiva, muy repetitiva, muy repetitiva. Como un loop infinito de un minuto de percusiones sin sentido.


Samo shampioni, 6.0/10.
Intérprete: Elitza y Stoyan.
Letra y música: Elitsa Todorova, Christian Talev

No hay comentarios:

Publicar un comentario