jueves, 3 de mayo de 2012

Review- Party for everybody, Rusia.

Simplemente no, no, no. No es esto lo que queremos en el festival de eurovisión:


Cada vez que un país manda una de estas burlas al festival, se refuerza la falsa creencia de que eurovisión es una broma de mal gusto, donde "se trata de hacer el ridículo", los países se votan solamente entre amigos, los jurados están vendidos y "siempre ganan los mismos". ¡Ah claro!, está la gente que dice que "siempre gana Suecia", aunque no lo haga desde hace 13 festivales.

Afortunadamente, al final, la calidad termina por imponerse.

Qué nefasto es que un país que ha tenido toques de excelencia por aquí y por allá, este año, haya apostado por las graciosas pero absolutamente incompetentes -en términos musicales- abuelitas de Buranovskiye.

Y claro, la tonada suena pegajosa, y la viejita sin dientes que ni siquiera se sabe la canción roba cámara, pero este tipo de canciones son las que más daño hacen al festival.

Lo peor de todo es que la madre Rusia, aunque mande una cosa terrible, siempre se califica por el gran respaldo que tiene entre los ex-soviéticos. Recuerden la catástrofe de canción que enviaron en 2010, que ahí estuvo, en la final. "Lost and forgotten" se llamó la canción, y eso quisiera que pasara con actuaciones como éstas: que se pierdan y se olviden, para siempre.

Afortunadamente los jurados profesionales no van a dejar que los votos de los europeos que con humor negro llamen a favor de "Party for everybody" alcancen para que Rusia gane. Pero me deprime a un nivel inimaginable que las casas de apuestas británicas pongan en segundo lugar a la broma de mal gusto que este año nos envía Rusia.

Y es que "Party for everybody" no es solamente una canción mala, simple y sin chiste, es casi una ofensa personal para todos los que seguimos el festival y aspiramos a ver propuestas de calidad. Es limón en la herida, tierra en los ojos.

No es que yo esté cerrado a ver cosas originales, no. Pero este tipo de "cosas", lo que buscan es aprovecharse de una situación estúpida (ver a una abuelita sin dientes balbucear una canción y bailar en traje típico frente a la cara de asombro de toda Europa) para ganar. Y eso, por favor señores del jurado, no se puede permitir.

Para mi, esta canción es una afrenta personal: espero que no pase de la semifinal, y como temo que lo hará, espero que quede en los últimos puestos en la final. Y es que, piensen en los concursantes serios, en los que invierten tiempo y esfuerzo en componer una canción, ensayarla, diseñar la producción, ¿qué deberán sentir al ver que cosas vacías como esta obtengan una mejor posición que ellos?



Lamentable la propuesta rusa. Todo el mundo la bailará en el Euroclub de Bakú, porque tiene un ritmo pegajoso, y es una repetición interminable de una frase con poder subliminal -come on and dancing- pero espero que pase sin ninguna gloria por el escenario del Baku Crystal Hall.

Y por el amor de Dios, nadie se atreva a comparar a esto con Verka Serduchka. No, no es lo mismo. Estas cosas le hacen daño al festival. Espero no pasar muchos corajes en Bakú por culpa de estas abuelitas...

Party for Everybody. Interprétes: Buranovkiye Babushki. Autoras: Olga Tuktareva, Marry S. Applegate.

2/10



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