miércoles, 2 de mayo de 2012

Satellite

A veces, el festival de eurovisión, como toda competencia, necesita que algo suceda para romper una tendencia incómoda para un sector importante de los contendientes. Desde 1997, ningún país de los llamados "Big Four" (Francia, España, Reino Unido y Alemania) -es decir, los países más grandes de Europa occidental que contribuyen con la mayor cantidad de recursos al festival- había ganado.

Los años recientes habían tratado MUY mal a estos países, que en 2007 y 2008, ocuparon los últimos puestos en la final, y que se habían mantenido en la final únicamente gracias a la regla especial que les otorga un pase directo, sin tener que "medirse" contra sus rivales en las semifinales.

Ello, en parte, motivó modificaciones a las reglas del festival: en 2009, se incluyeron jurados profesionales en cada país, para contrarrestar la percepción de que los países del este (principalmente, balcánicos y ex-soviéticos), se "votaban entre sí". Pero ello no alcanzó cuando ese año, Noruega -miembro de otro grupo de "amigos" eurovisivos, los escandinavos-, arrasó en la votación, tanto en jurados, como entre la audiencia (Aquí pueden escuchar la genial canción que ganó ese año, "Fairytale": http://unmexicanoeneurovision.blogspot.mx/2012/04/fairytale.html)

Pero entonces Alemania rompió la tendencia como debe de hacerse: con una buena canción. Porque, como siempre he sostenido, aun cuando es cierto que los países vecinos se votan entre sí (más que nada, por afinidades en sus mercados musicales), al final el primer lugar es para la canción que gusta a todo Europa, tanto a jurados, como al público. Es cierto, Turquía puede no hacerlo tan bien y verse beneficiado por su diáspora europea; mientras que España puede hacerlo medianamente decente y recibir un lugar 24, pero al final, el ganador es en general un país que recibe votos de todo Europa: desde Portugal hasta Azerbaiyán.

Y así fue el caso con "Satellite", una canción pegajosa y alegre que, en la interpretación y con el carisma de Lena, simplemente resultó irresistible. Lena era entonces una chica dulce y encantadora.


¿No aman el acento alemán de Lena cantando en inglés? I did it just the other dAy!

Alemania demostró a Francia, España y Reino Unido, que se puede ganar si se hacen las apuestas correctas. Ello facilitó el regreso de Italia en 2011 (que se unió al Big Four para formar el Big Five), y también, el que este 2012, los cinco países del Big Five hagan apuestas de gran calidad, todas bien calificadas por eurofans y por las casas de apuestas (Aquí pueden ver mi comentario a Italia: http://unmexicanoeneurovision.blogspot.mx/2012/05/review-lamore-e-femmina-out-of-love.html y Francia: http://unmexicanoeneurovision.blogspot.mx/2012/04/review-echo-you-and-i-francia.html , los demás, próximamente).

Lena por su parte, repitió en eurovisión 2011, y pasó de ser la chica inocente que baila sosamente en el escenario de Oslo, al objeto del deseo en el escenario de Düsseldorf.


Su nueva propuesta, tan diferente a la de 2010, también me agradó mucho. Lena lo hizo muy bien, y dejó un buen legado para el festival.

El año pasado, sin embargo, ¡fue la más díficil de encontrar en Düsseldorf! Me hubiera encantado conocerla fuera del escenario. Soy fan, jeje.

Está por verse todavía si alguno de los Big Five podrá ganar este año en Bakú, donde la competencia es muy fuerte. Como podrán ya haber notado en mis comentarios, hay muchas canciones buenas, y hasta las malas, no lo son tanto (salvo excepciones como San Marino y Montenegro http://unmexicanoeneurovision.blogspot.mx/2012/04/review-social-network-song-san-marino.html o Bulgaria http://unmexicanoeneurovision.blogspot.mx/2012/04/review-love-unlimited-bulgaria.html).

En fin, un poco de amor para Lena.

Pancho.

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